Antonella los Andes espera en pocos meses dejar atrás su vida en
Venezuela. Apenas consiga un pasaje aéreo volará con su esposo a Quito, donde
le espera un empleo en el área informática. Dos de sus amigos se fueron antes y
le hablaron de aquello que los venezolanos que emigran buscan en otro país:
oportunidades y tranquilidad. Ecuador nunca fue la primera opción para este
venezolano, pero la violencia en su país le obligó a replantear su vida. “No
quiero vivir preocupado por la inseguridad y en Venezuela las cosas están cada
vez peor”, señala, al tiempo de recordar la inestabilidad política y la grave y
sostenida carencia de productos básicos que los agobia. No son los únicos. En
el Consulado de Ecuador en Caracas se confirma que en los últimos meses se ha
registrado un incremento de las solicitudes de información sobre los requisitos
migratorios, ya sea para estudiar o emprender una nueva vida en Ecuador. Los
venezolanos han comenzado a interesarse en un destino que antes no era el más
solicitado. Los ecuatorianos regresan Miembros de la comunidad ecuatoriana en
Venezuela también han decidido que es hora de volver a su tierra natal. Las
autoridades migratorias venezolanas reflejan que en dos años ha descendido, en
un 11%, en el número de ecuatorianos en Venezuela: pasaron de 90 000, en el
2012, a 80 000 a inicios de 2014. Estos datos fueron proporcionados por el
Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería de Venezuela
al Consulado de Ecuador en Caracas.
Sin boletos para volver Por ahora el problema que afecta a
ecuatorianos y venezolanos es la falta de boletos para volar a Ecuador. La
línea aérea TAME, la única que tiene vuelos directos Quito-Caracas, no vende
pasajes desde noviembre y no sabe cuándo lo hará. El Gobierno venezolano mantiene
una millonaria deuda con las aerolíneas extranjeras que no han obtenido las
liquidaciones de los dólares para operar sus aviones, cubrir sus gastos y
repatriar sus ganancias, en un mercado determinado por las condiciones de un
control de cambio que ya lleva más de una década de vigencia. En las oficinas
de TAME se informa que la única manera de comprar un pasaje con salida desde
Caracas es que alguien lo consiga desde Ecuador. Y que cuando se reactiven las
ventas atenderán por citas, a través de su página web, para evitar las filas de
personas que, por horas e incluso días, había frente a sus oficinas en la
urbanización El Rosal, en Caracas. Alfonso Quevedo esperó varias semanas para
conseguir los boletos. “Vinimos a pérdida, vendiendo su auto modelo 1999 o
regalando lo que teníamos. Tuve que comprar dólares en el mercado negro”. Las
negociaciones entre el Gobierno ecuatoriano y la línea aérea, a fines del año
pasado, dieron un breve aliento a cientos de personas que buscaban boletos para
viajar a Ecuador, pero los esfuerzos sirvieron por poco tiempo, y ahora los
ecuatorianos ensayan otras fórmulas: los viajes por tierra.
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